jueves, 7 de abril de 2011

La Heavy Rock, auto de fe.



Que la prensa "especializada" rockera de este país, especialmente de un tiempo a esta parte, no es para tirar cohetes no supone ningún misterio: La Popular1 semeja a un circo de cuatro pistas, con sitio suficiente para hypes insulsos (cuyo potencial sólo ven ellos, pobrecillos), estrellas Sleazys venidas a menos y plumillas que, pese a residir, pongamos, en Burgos, y trabajar, qué sé yo, en una papelería, escriben cosas cómo "sentado en el porche con un vaso de bourbon en la mano" o "te clavan las espuelas en el jodido pecho" (ejemplos verídicos ambos). A la Ruta, por su parte, y pese a tener a priori una línea editorial más cercana a mis preferencias, le pierde un snobismo rabioso, cuyo culmen y origen tiene nombre y apellido: Jaime Gonzalo. Si, sí, el tio aquel que escribió un libro sobre The Stooges en una terminología digna de un ensayo sobre Kant y que relataba en sus artículos, ufano, lo chupiguay que era por no ir a conciertos ni escuchar música en casa (él ya la evoca, que queda como más molón, ¿No?) Juliá, a su lado, un santo. La This Is Rock supuso un momentáneo rayo de luz, cuyo deslumbrante efecto se disipó a los pocos números, tras lo cuál se le vió el plumero a las claras: Mucha maquetación excelsa y mucha fotito de archivo, pero aquello tenía unas miras cerriles a más no poder (proverbiales ya sus portadas a AC/DC cada dos números) y para colmo, el nivel de los redactores era, en su mayoría, rematadamente bajo, quedando como poco menos que un trasunto cañí de Classic Rock, que valía, eso sí, un potosí.

 "¿Y la Heavy Rock?" Se preguntarán algunos lectores "¿Qué hay de la Kerrang?" Cuestionarán prudentemente otros. Debida cuenta de ellas daremos unas líneas más abajo, pero no quería ponerlas al mismo nivel que los medios antes citados, y es que, el holding editorial del ínclito Mariskal Romero ha hecho lo mismo por la reputación del Rock y derivados en este país que la revista Bravo por la difusión del pensamiento filosófico racional.

 Si paramos mientes en ello, la Heavy Rock era algo más que una revista pobremente maquetada y con un número casi proporcional de contenidos y páginas de publicidad (entremezclándose ambos conceptos impúdicamente en no pocas ocasiones). Mucho más. La Heavy Rock era una prueba, de dimensiones cuasi-épicas, algo así como un suplicio inicial para probar nuestra fe al Rock And Roll y comprobar si éramos capaces -o no- de salir de aquello. Lo que se jugaba no era poco: De aquello dependía evolucionar dignamente en el R'n'R o, por contra, levantarte una mañana, mirarte al espejo y ver en él reflejado a un hombre de cuarenta años luciendo una camiseta de Mago de Oz y una muñequera con pinchitos que, reliquia de la adolescencia, le aprieta la muñeca, cortándole prácticamente el riego sanguíneo. Poca broma.

 El Mariskal y su troupe no lo ponían nada fácil,desde luego. Empezando por las míticas editoriales adoctrinantes, tribuna de ideas tan peculiares como de que en España se canta en español y cierra España (Un pensamiento digno del autárquico franquismo) o de que el último bodrio maquetero recién llegado a la redacción, previo pago de la tarifa estipulada, eran los nuevos Alice Cooper. Bizarras, en ocasiones, cómo cuándo ensalzaba la autenticidad de esa banda tan fiel a sí misma que son los KISS (!), en detrimento de la credibilidad de Bob Dylan (!!); Casi que entrañables, en otras, cómo cuándo el Mariskal Romero nos abría su fuero interno, simplón y pureta, para esgrimir, una vez más, que los Stones eran malos y hacían rock y los Beatles, los pobres, eran buenos chicos y hacían pop. Adivinad quién se llevaba los palos en el artículo ("Cultura pop intrascendente", remachaba el experto melómano)

 Y es que esa era otra, la línea editorial, que actuaba más por omisión que por inclusión. Si en un futuro distópico sólo quedara la Heavy Rock como documento para saber lo que fue nuestra música (manido, lo reconozco) la reconstrucción que a partir de ella se haría del género sería de aupa, algo así como: "El Rock, puro Rock, lo inventaron los Stones a finales de los 60's, luego vinieron Led Zeppelin y Deep Purple y después Iron Maiden y Metallica, aunque el suceso más importante del Rock de los 80's fue la creación de Chapa Discos. Ah, si el Punk lo inventaron los Reincidentes"

 Efectivamente, era imposible encontrar en las páginas de este pasquín los nombres no ya de Elvis Presley o Little Richard, sino de, por poner, Neil Young o Tom Petty. Su aparente rechazo al músico como entidad individual nos hace pensar en una tendencia, nada disimulada, a la vindicación de la cuadrilla, la masa alienante a la que anular a base de artículos infumables de El Pirata, grupetes de Metal épico entrados en años y discos del mes que no valen ni para calzar una mesa.

 Otra de las joyas de la corona era el correo. Cuándo oigo a alguien quejarse de que el apéndice del Popu no es lo que era me entran ganas de decirle que vaya al altillo de su casa (Quién esté libre de culpa...) a zambullirse de nuevo en aquel maremágnum de adolescentes prepajilleros canalizando sus frustraciones en pos del True Metal, críos de diez años vindicando ser los más duros del lugar por escuchar a Saratoga y, en resumidas cuentas, un verdadero catálogo de psicópatas y almas perdidas produciendo, con esmero y sin saberlo, potenciales montones de papel higiénico.

 Pese a que yo no estuve mucho tiempo engrosando la lista de compradores de tan sinpar publicación, y de que hace años de todo aquello, aún atesoro todos estos recuerdos (y alguno más) en mi mente. Dicen que el pecado lleva la penitencia. Quién sabe, quizás sea eso y no bastaba con pasar la prueba.

8 comentarios:

  1. Bueno, quien no haya leido el Heavy Rock o el Kerrang de adolescente que tire la primera piedra. Soy un popuhead y me parece bastante ridículas las revistas del mariskal pero tienen su rol, aunque es importante pegar el salto con 16 o 17 años hacia otras publicaciones o se te puede quedar la lengua fuera y los cuernos al cielo como tic nervioso :D

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  2. Efectivamente, nadie o casi nadie se libra de principiar con la infame heavy rock o similares. Mi recorrido fue incluso más bizarro: A los 13 por ahí comencé con la bizarrísisisima Rock Hard, y de los 14 a los 15 puntual comprador de este inenarrable pasquín. Menos mal que sobre esa época descubrí la Popular y la cosa cambió. A mejor, creo.

    Rock On!

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  3. ¿Guardas todas tu revistas como servidor? Ya no se donde meterlas jeje

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  4. Ya somos dos! jejeje, las tengo en una caja-baúl que debe pesar como 7-8 kilos...

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  5. Hola Tyla. No conocía este blog, que bien!.
    No quito ni pongo una coma de lo que has escrito. Acabo de terminar, con gran alivio por mi parte, la suscripción a THIS IS ROCK, Los últimos numeros de POPULAR1 (desde hace muchos, demasiados meses) se van a la estantería habiendo sido leidos en (como mucho) su 50% y se acabó... pero hablabas de Heavy Rock. Por suerte o por desgracia, existe ebay. Claro, te pillas una ENFER (Francia de 1983 a 1986) o METAL ATTACK (lo mismo, Francia entre el 83 y 86) o una KERRANG de los 80's y te puede dar un chungo. No digamos ya si te tiras al fanzineo, KICK ASS MAGAZINE, METAL FORCES... en el momento en que puedes comparar es cuando te das cuenta de la mierda que te has llegado a comer.
    La Heavy Rock siempre ha sido el boletín informativo de Chapa Discos ( compañia a la que hay que valorar en su justa medida. Publicó verdadera basura, pero también aportó sus cositas). Las bandas españolas que no eran de Chapa Discos, estaban listas, porque no levantaban cabeza. Luego el bueno del Mariskal entró en el staff de WEA-Atlantic, y se involucró en los Mediterraneo y el abanico se abrió bastante (Angeles del Infierno, Banzai etc) pero que les pregunten a TIGRES, hundidos en la mierda en un número y ensalzados a la gloria tres o cuatro ejemplares después, supongo que cuando RCA puso el montón.
    Las entrevistas eran copiadas en su mayoría de la prensa extranjera anteriormente citada, y las que no lo eran, mejor lo hubieran sido... lenguaje chusco, redacción nula y sectarismo digno de la checa de Bellas Artes. Cuando apareció la THRASH METAL, fue el acabose. ¿Alguien se acuerda dela foto del kiosko con aquel papel pegado donde decía "El THRASH METAL agotado" ?. Delirante...
    De la prensa española que yo conozco me quedo con METAL HAMMER al principio (que no dejaba de ser la alemana traducida) y METALLIK.O., que por lo menos se mojaba con los grupos underground.

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  6. Hey, Miguel!

    Un verdadero honor tener a toda una autoridad metálica como tú por aquí!

    Me consta que al Mariskal le sentó muy, pero que muy mal la existencia de METALLIK.O, llegando a escribir una editorial rebosante de ponzoña y mala baba (de papel higiénico la calificaba)contra ella.

    Por lo visto, eso de "El Thrash Metal, agotado" fue aún más bizarro de lo que parece: Aprovecharon un descuido del kioskero,mientras el Pirata lo distraía, para tirar la foto de marras! Alucinógeno.

    Rock On!

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  7. Buenas, pasaba por aquí y me he leído el artículo de cabo a rabo, me ha encantado sobre todo la frase de: " Mariskal Romero ha hecho lo mismo por la reputación del Rock y derivados en este país que la revista Bravo por la difusión del pensamiento filosófico racional."

    Totalmente de acuerdo con eso, Heavy Rock me parece una revista totalmente arbitraria que se le ve demasiado el plumero en lo que a nuevas tendencias rockeras o metaleras se refiere. Todas sus portadas están cantadas: Mago de Oz, Maiden, Ac/Dc, Judas, Mago de Oz, Maiden, Judas o Ac/Dc... o de pura chorra a lo mejor algún acontecimiento importante como el Big Four y poco más. Excepto el Popu, sigo pocas revistas, internet me da más y mejores opciones. Un saludo, iré pasando más por aquí porque la entrada ha sido absolutamente genial

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  8. Bienvenido seas, Alex!

    Yo lo de las revistas lo veo igual que tú: Internet las ha dejado un poco demodé. Leer que tal o cual grupo pasa por tu país pagando 5 pavos cuándo lo sabías hace tres semanas y de gratis no tiene mucho sentido.

    Además, no sé si por ella o por mí, pero veo los contenidos cada vez más pobres, cada vez me llenan menos las revistas musicales.

    Rock On!

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